Preámbulo al texto
El siguiente texto pretende ser un pequeño guión de una mini aventura gráfica, una idea de por dónde podría ir la historia, sus personajes y en cierta medida algunos de los puzles. Está lejos de ser perfecta, y hay que leerla como lo que es, una aproximación a algo mucho más complejo, como es el diseño de una aventura gráfica.
La Torre es una aventura relacionada con el poder religioso y sus consecuencias, tanto en los actos de sus feligreses como en la de la sociedad entera, aderezada con una profecía y un cataclismo celestial en forma de meteorito. Os dejo con el texto.
Introducción
Nos encontramos en el mundo de los Taxilianos, una sociedad donde impera la religiosidad y ostenta el poder absoluto basado en el miedo a los Antiguos, a los que veneran con verdadera dedicación. La jerarquía se encuentra formada por los Maestros, los más sabios y viejos, los que guardan el conocimiento de los Antiguos, luego están los Diáconos, aquellos que algún día serán Maestros.
La edificación principal es el Templo, donde van a escuchar las enseñanzas de los Maestros, la Torre, una construcción milenaria que se remonta hasta los Antiguos, y la Caverna, lugar de culto ancestral donde han encontrado objetos de la antigüedad.
La vida es tranquila y sin demasiados sobresaltos en el mundo de los Taxilianos, o lo era hasta ahora. Un cuerpo celeste en forma de meteorito se dirige hacia ellos y amenaza con destruirlo todo. Algunos científicos tienen la idea de crear una máquina para destruirlo, pero se les prohíbe terminantemente. Pero en secreto deciden construirla.
Los días pasan y el meteorito avanza cada vez más y más. A aquellos que la profecía les ofrecía un consuelo ahora ya no ven esperanza alguna, y el Maestro Superior de la Orden ha convocado en el Templo a todos los feligreses para dedicar las últimos horas antes de la destrucción a escuchar la palabra de los Antiguos.
Y aquí es donde comienza esta aventura, en una habitación de una casa de Taxilis, donde dos hermanos, Oto Lowner y Lay Lowner tienen una conversación a propósito de la idoneidad de acudir al Templo.
- Lay, deja ya de dar vueltas, te vas a marear.
- ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? El mundo pronto desaparecerá y tú pensando en si me mareo o no.
- ¿Has olvidado la profecía?
- No me digas que crees en ella...
- ¡Por supuesto que sí! Los Antiguos tenían un conocimiento que nosotros desconocemos.
- Oto, los Antiguos son… antiguos. Gente como tú y como yo, sin ningún don ni sabiduría especial.
- Ten cuidado en qué lugares dices eso.
- Ya lo sé.
- Sabes tan bien como yo lo que les ha pasado a esos “científicos”.
- Lo sé. Encarcelados en la Torre por querer salvar al mundo de la destrucción…
- ¡Encarcelados por herejía!
- Es lo mismo…
Breve pausa.
- Entonces… ¿No vas a venir al Templo?
- No. Quizá vaya más tarde… no lo sé.
- Está bien. Te dejo con tus paseos. Si cambias de parecer estaré en el Templo. ¡Y no hagas ninguna tontería!
Oto desaparece de la pantalla. Tras escucharse la puerta de la casa cerrarse Lay comenta para sí mismo:
- Si supiera que esos “científicos” son mis amigos… Tiene que haber una manera de solucionar esto. ¡Maldito meteorito! Si encontrara alguna forma de entrar en la Torre quizá podría liberarlos y entonces la máquina sería completada y nos salvaríamos.>
Aquí empezarías a manejar al personaje de Lay Lowner.
LA AVENTURA
Lay sabe que los “científicos” se encuentran encarcelados en el nivel más alto de la Torre, y que para llegar allí primero debe pasar por los tres niveles inferiores.
La Torre, ubicada en plaza Mayor, justo enfrente del Templo, es un vestigio de los Antiguos, una edificación con numerosas reformas a lo largo de los siglos. En la actualidad está dedicado íntegramente al conocimiento de los antepasados, donde libros y objetos de todas las época se encuentran debidamente clasificados y expuestos. Tiene tres niveles, dedicados a cada época, más un cuarto nivel dedicado al almacenaje y logística, y allí es donde tienen retenidos a los científicos de forma temporal hasta que sean trasladados a la cárcel oficial.
La “Profecía” son sólo un par de líneas del libro de los Antiguos, escrito hace milenios, que dice así:>
“Llegará un día en que la tierra se vea amenazada por un gran peligro del cielo, y un poderoso nos salvará con su mano de hierro y doblegará a los herejes y el Mundo tendrá un nuevo amanecer.”
Sin saber muy bien qué hacer, decides dar una vuelta hasta la Torre esperando que algo te ilumine. Pasas por las calles desiertas de la ciudad, con los comercios cerrados y sin ningún ruido ni nadie que te moleste: están todos en el Templo. Al llegar encuentras cerrada la Torre con una nota en la puerta que dice: “Maestro Humberto, si desea algo estoy en el Templo. Firmado Herman Teeth”. Intentas forzar la puerta, pero no puedes.
Decides ir al Templo, más que nada para aparentar y no levantar sospechas. En la entrada conoces al Diácono Grenoble, que está esperando al Maestro Humberto. Te confiesa que está muy preocupado por él, no ve muy bien y ya está muy mayor, confunde las personas con otras. Hablando con él averiguas que él tiene la llave de la Torre, que se la ha dado el Maestro Herman Teeth por si viene el Maestro Humberto. Pero el Maestro no llega y no quiere perderse el discurso del Maestro Nacasare, que está a punto de empezar. Tú te ofreces a esperar al Maestro Humberto con la llave, pero no se fia mucho de ti, y te daría la llave si demuestras que el Maestro Humberto te conoce haciéndote una pregunta sobre él.>
Tienes que encontrar al Maestro Humberto, que se encuentra en una caverna natural ubicada en medio de la plaza Menor, donde se encontraron restos de los Antiguos. Hablas con él de muchas cosas, de los Antiguos, de la Profecía, de la vida actual, de la Torre, de su vida, etc.
Con esta información vuelves al Templo. El Maestro Grenoble te hace la pregunta y al acertar, te da la llave.
Abres la Torre. Como están todos en el Templo, no encuentras a nadie y subes los tres niveles sin dificultad. En el cuarto nivel te encuentras con los científicos. Están encerrados en una sala especial bajo llave. Hablas con ellos a través de una pequeña reja que hay en la puerta, y te cuentan que tienen ya preparada la máquina para destruir el meteorito, pero que les falta una pieza para completarla. La iban a montar cuando los apresaron por herejía. La pieza la tienen requisada en alguna parte de la Torre. Como no puedes liberarlos, decides buscar la pieza.
La pieza la encuentras en el segundo nivel, encima de la mesa del Maestro Nacasare, recordando algo que el Maestro Grenoble te contó de él. La pieza es un bloque cilíndrico alargado con salientes de metal del tamaño de una mano.
Con la pieza en tu poder, vuelves a hablar con los científicos. Ellos te agradecen tu ayuda, pero la máquina no puede operarse por una sola persona, así que tienes que liberarlos para poner la máquina en funcionamiento.
La máquina se encuentra ubicada en el Centro de Observación Estelar, en la Plaza Menor, pero se encuentra cerrada a cal y canto. Por suerte los científicos tienen una copia de la llave.
Para poder liberar a los científicos, debes hablar con el Maestro Herman Teeth, el encargado de ese nivel. Vas al Templo, y allí se encuentran varias personas en la entrada, preparando la salida de la ceremonia que está a punto de finalizar. Hablas con él y te das cuenta que él está de acuerdo con la máquina, pero no se atreve a hacer nada. Le convences para que te dé la llave.
Con la llave del Maestro Herman Teeth liberas a los científicos y os dirigís hacia la máquina para montarla. Una vez allí le das la pieza, pero descubren que se encuentra alterada, por lo que no encaja bien del todo. Entonces recuerdas algo que te dijo el Maestro Humberto en la caverna: “En esta caverna han encontrado prótesis de manos hechas de hierro”. Te diriges a la caverna y allí encuentras las prótesis. La usas en la máquina y ésta encaja a la perfección.
Ponen la máquina en funcionamiento, apuntan hacia el meteorito y éste es destruido. El mundo está a salvo.